¿Qué son los trastornos mentales?
- Fil. Psic. César Ojeda
- 6 ago 2019
- 4 Min. de lectura
En nuestro país ir al psicólogo sigue siendo visto con recelo por una gran parte de la población ya que consideran que es algo "solo para los locos", o bien, que basta la fuerza de voluntad propia nada más para salir adelante de cualquier problemática.
Por otro lado, según las estimaciones del INEGI el mexicano en promedio gasta más en alimento, alcohol y cigarros, que en procurar, mantener y recuperar la salud. Esto incluye la salud mental, la cual por su misma naturaleza es menos evidente (pero igual o incluso más deteriorante) que las enfermedades físicas. Tan solo como ejemplo hay que considerar que la Organización Mundial de la Salud (OMS) llegó a declarar en el 2018 a la depresión como una de los problemas más graves a nivel mundial, además de ser la causa de la mayor parte de suicidios en el mundo.
Por ello, es importante trabajar por divulgar la importancia de la salud mental comenzando por entender qué es una trastorno mental en primer lugar y la importancia de cuidar la salud mental tanto a nivel personal como comunitario mediante políticas sociales y laborales.

La definición de trastorno mental
De acuerdo con el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-5) de la American Psychiatric Association (APA), que es el principal instrumento con el que los psicólogos y psiquíatras diagnosticamos, un trastorno mental se entiende como:
"Un síndrome caracterizado por la alteración clínicamente significativa del estado cognitivo, la regulación emocional o el comportamiento del individuo que refleja una disfunción de los procesos psicológicos, biológicos o del desarrollo que subyacen en su función mental"
Dicho de un modo más sencillo, solo se considera como trastorno mental aquellos conjuntos de síntomas que impiden a una persona vivir plenamente su dimensión personal, social y cultural de acuerdo a sus propios principios y a lo social y culturalmente aceptable en su contexto.
Por ello, un comportamiento socialmente aceptable ante una problemática, o de índole religiosa, política, laboral o incluso entre individuos no pueden considerarse como un trastorno mental a menos que se deba a una disfunción del individuo. Esto es particularmente importante ya que los medios de comunicación, la sociedad en general e incluso los políticos suelen utilizar la etiqueta de "trastorno mental" cuando se dan hechos lamentables como, por ejemplo, los tiroteos en escuelas y lugares públicos en los Estados Unidos.
Cabe mencionar que otros instrumentos, como el HiTOP, consideran los trastornos mentales desde un punto de vista no sólo sintomático, sino como causa de diversos factores y dimensiones como lo son los factores genéticos, neurobiológicos y ambientales que impactan en el surgimiento de los trastornos mentales

Hacia la desestigmatización de los trastornos mentales
De lo anterior puede deducirse que tener un trastorno mental no es ser un loco, concepto por lo más ambigüo y discriminatorio. Tampoco implica que deba ser tratado necesariamente, ya que como indica el mismo DSM-5: "la necesidad de tratamiento es una decisión clínica compleja que debe tomar a consideración la gravedad, su significado, el sufrimiento del paciente, la discapacidad que implica..." (APA, 2014, p. 20) entre otras consideraciones.
Por otro lado y de acuerdo con las investigaciones, la mayor parte de trastornos mentales no suele manifestarse de forma violenta. Querer vincular la violencia o los actos delictivos con la presencia de trastornos mentales no solo estigmatiza a muchas personas que los padecen, sino que no se apegan a los hechos, aunque este punto merece su propio artículo para una mejor explicación.
La importancia de cuidar la salud mental a nivel personal
Como se mencionó anteriormente, el surgimiento y desarrollo de un trastorno mental implica muchos factores. Algunos de esos factores no son controlables por nosotros, como lo es el factor genético. Otros, en cambio, tienen mucho que ver con nuestras propias decisiones y estilos de vida por lo que en este aspecto si podemos actuar para prevenir algunos trastornos mentales. De hecho, acercarse al psicólogo de forma preventiva tal cual como le hacemos con la salud física con chequeos regulares, es una buena forma de comenzar a quitar el estigma de pensar que solo se debe ir al psicólogo cuando ya se tiene un trastorno. Hay que recordar un sabio dicho: Prevenir es mejor que lamentar.
Como es de esperarse, lo mismo aplica cuando ya hay señales de un posible trastorno en curso. En ese caso es importante acercarse al profesional de salud mental para orientación, y en su caso tratamiento, así como evitar desinformación acudiendo a familiares y amigos que, aunque bien intencionados muchas veces, por desinformación o prejuicios pueden llegar a recomendar acciones poco efectivas o incluso contraproducentes.
Recuerda, así como cuidas la salud física, así debes cuidar tu salud mental.

En conclusión
La salud mental es tan importante como la salud física y tan incapacitante como esta. Por ello, hay que entender que un trastorno mental se manifiesta cuando hay signos de deterioro en las funciones psicológicas y en la dimensión social y personal de los individuos, pero que también puede ser prevenido y en caso de ya tener una en curso, tratado; esto no implica en ningún momento que uno sea débil. Todo lo contrario, se debe ser lo suficientemente listo y valiente para saber los propios límites y acercarse a perdir ayuda a un profesional de la salud.
Como sociedad debemos comenzar a comprender que los trastornos mentales son una realidad, que acudir al psicólogo o psiquíatra no es estar loco u enfermo, y que siempre será mejor prevenir que lamentar.
Si te ayudo este artículo te invito a que lo compartas para que más personas logren comprender la importancia de la salud mental.
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